Una mañana poco normal
sentada en un roto pupitre del aula de clases decidí pensar en ti.
La tristeza se estrellaba con las paredes rígidas, secas y manchadas
se escuchaban voces de estudiantes gritando por los pasillos
no lograba concentrarme, pero así decidí pensar en ti
decidí ser masoquista
decidí pensar en ti.
Me encontraba rodeada de muchas personas que sonreían
otras escuchaban canciones de amor
otras simplemente estaban inclinadas en los pupitres
y yo decidí pensar en ti.
El ruido de la calle
el de las puertas al abrirse
las voces
los gritos
los pasos
no me dejaban tranquila
me molestaban, no me dejaban concentrar
pero aun así decidí pensar en ti.
sentada en un roto pupitre del aula de clases decidí pensar en ti.
La tristeza se estrellaba con las paredes rígidas, secas y manchadas
se escuchaban voces de estudiantes gritando por los pasillos
no lograba concentrarme, pero así decidí pensar en ti
decidí ser masoquista
decidí pensar en ti.
Me encontraba rodeada de muchas personas que sonreían
otras escuchaban canciones de amor
otras simplemente estaban inclinadas en los pupitres
y yo decidí pensar en ti.
El ruido de la calle
el de las puertas al abrirse
las voces
los gritos
los pasos
no me dejaban tranquila
me molestaban, no me dejaban concentrar
pero aun así decidí pensar en ti.
Por Astrid Carolina Maestre Pérez, estudiante grado 11 del Colegio Ernestina Pantoja de San Miguel de las Palmas de Tamalameque